martes, 31 de agosto de 2010

Quinta audiencia

La audiencias continuan lunes 6 de septiembre a las 10,30hs, declararan 3 testigos. y martes 7 de septiembre con 4 testigos.



La defensa de Arrillaga, pedirá falso testimonio para ex policia.

Tiene 82 años y en marzo de 1976 cumplía funciones en la comisaría tercera. Ayer, durante su declaración, incurrió en graves contradicciones

El tribunal deberá decidir si procesa a un ex policía de 82 años por falso testimonio agravado tras incurrir en graves contradicciones durante su declaración en el juicio que se lleva adelante a dos marinos y a un miembro del Ejército por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar.

Sin la presencia de uno de los imputados –el ex general de brigada Alfredo Manuel Arrillaga tuvo que viajar a Buenos Aires por un familiar que se encuentra en grave estado de salud-, comenzó la quinta audiencia del juicio por la causa Base Naval 1. Cerca de las 10.30, el oficial principal retirado de la Policía bonaerense Juan Miguel Lazarte tomó posición frente al tribunal.

El hombre de 82 años fue el primero de cuatro testigos. Lazarte fue el policía que la madrugada del 24 de marzo de 1976 atendió el llamado desesperado de Luis Salvador Regine quien denunciaba que en su casa de Figueroa Alcorta al 300 había un grupo de personas que le pateaba la puerta y le disparaba con fusiles.

La policía nunca llegó porque un reten militar le cortó el paso. Luis Regine fue secuestrado y estuvo al menos 48 horas cautivo en la Base Naval donde fue brutalmente golpeado y torturado. Salvó su vida cuando los militares se dieron cuenta que se habían equivocado de persona.

Buscaban a Diego Ibáñez, el sindicalista del SUPE que había vivido en la casa ocupaba Regine.
Frente a los jueces Nelson Jarazo, Alejandro Esmoris y Jorge Michelli, Lazarte no supo contestar la mayoría de las preguntas que le hicieron las partes y lo que creyó recordar se contradijo con su declaración ofrecida en 2007 durante la etapa de instrucción.

Sobre la madrugada del 24 de marzo de 1976, dijo que fue el quien atendió el llamado de Regine y junto a un grupo de policías fueron en jeep para ver que pasaba. Pero a unos 200 metros de la casa, una patrulla con militares vestidos con ropa de fajina y armados le dijeron que no podían pasar y que se trataba de un operativo militar de las “fuerzas conjuntas”.

Lazarte y su gente regresó a la comisaría y supieron de la suerte de Regine días después y por comentarios. El ex policía no recordó si ese hecho fue registrado en el libro de guardia de la tercera. Tampoco supo decir los nombres de sus superiores en aquel entonces.

Cuando la abogada Gloría León le preguntó si a partir del golpe de Estado había notado cambios dentro de la comisaría, Lazarte aseguró que no, que todo continuó con normalidad. También negó que haya tenido alguna orden de sus superiores para subordinarse a las Fuerzas Armadas.

Cuando el querellante, le preguntó si era normal que un militar le dijera que no podía pasar y el acataba la orden, el testigo no supo que decir.

El abogado Carlos Meira, defensor del imputado Arrillaga fue quien le hizo notar la contradicción a Lazarte. El testigo declaró ayer que fue junto con una patrulla hasta la casa de Regine cuando éste lo llamó desesperado. Pero en 2007, frente al juez de instrucción, dijo que había enviado una patrulla y que se había quedado en la comisaría.

Así, toda referencia que hizo sobre los militares que estaban en la casa de Regine fue por referencia de otros y no porque él lo haya visto. Lazarte no supo salir de su contradicción y Meira dijo que pedirá el proceso por falso testimonio agravado.

El segundo testigo fue Hugo Ormechea, ex empleado y amigo de Luis Regine.


Ormechea vivía a unas dos cuadras de la casa de Regine y había comenzado a trabajar en el taller de Regine cuando terminó la secundaria. Ayer contó que los militares que custodiaron la casa de su amigo luego del secuestro vestían el mismo uniforme que los marinos de la Base Naval.

El testigo fue quien sacó las fotos de la casa de Regine luego de la balacera de la madrugada del 24 de marzo de 1976. Contó que cuando el entró todavía había polvillo en el aire producto de las paredes que habían sido destruidas por las bala de los fusiles.

Las fotos que sacó Ormechea figuran como pruebas en la causa contra los imputados Alfredo Arrillaga y el capitán de navío Justo Ignacio Ortiz.

Luego de un cuarto intermedio de dos horas, la audiencia se reanudó alrededor de las 14.30, con la presencia en el estrado de Juan Carlos Chini, de 73 años, metalúrgico quien mantenía con Regine una fluida relación comercial.

En su testimonio Chini confirmó que durante marzo de 1976 el taller perteneciente a Regine cerró repentinamente, y que en una de sus visitas, siempre con fines comerciales, fue atendido por la esposa de Regine quien lo hizo pasar hasta la habitación donde Luis se encontraba acostado a causa de las lesiones sufridas en la tortura durante su cautiverio en la Base Naval.

Chini explicó que al ingresar a la casa por una escalera pudo notar en las paredes y el cielorraso las incrustaciones de balas producto de la balacera provocada el día del secuestro.

“Lugo de lo que le pasó Regine se convirtió en una persona abatida”, expresó el metalúrgico en su testimonió que permitió confirmar las secuelas psicológicas de Luis provocadas por la represión.
Luego de Chini fue el turno del matrimonio compuesto por Hortensia Catalina Nieto y Alberto Francisco Cruz, primos de Margarita Segura de Regine, esposa de Luis. En los testimonios vertidos ante el tribunal, primero por parte de la mujer, no se aportó demasiado en torno a la causa.


Los elementos más importantes brindados por el matrimonio fue la confirmación de que Regine, luego de su cautiverio, apareció con hematomas de todo tipo en el cuerpo. Esto lo pudo confirmar con mayor precisión Cruz ya que fue quien asistió a Regine en la bañadera de su casa ni bien recuperó la libertad.Según manifestaron, la familia Regine completa acudió a la vivienda del matrimonio Cruz donde permanecieron refugiados durante al menos una semana. Allí Luis fue ayudado a recuperar su movilidad y contó que estuvo cautivo en la Base Naval donde le habían practicado torturas

Por Federico Desántolo.

“Estoy muerto en vida”

Un ex detenido desaparecido declaró ayer ante el tribunal su calvario de poco mas de 48 horas en el centro clandestino de detención. Luis Regine contó que desde aquel día nada fue igual.


34 años después, Luis Salvador Regine no se puede recuperar de las 48 horas que pasó como detenido desaparecido en la Base Naval local en marzo de 1976. Ayer, fue uno de los primeros testigos en declarar en el juicio que se le siguen a dos miembros de la Armada y a uno del Ejército, por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar.

Regine fue secuestrado la madrugada del 24 de marzo de 1976 por un grupo de militares que buscaba al sindicalista del gremio de los petroleros, Diego Ibáñez. Las 48 horas que pasó en el centro clandestino que funcionó en la Base Naval Mar del Plata lo marcaron para siempre. Ni él ni su familia se pudieron recuperar de aquel trauma.

Minutos después de las doce del mediodía, Luis Salvador Regine de 65 años de edad ingresó se sentó frente al tribunal oral federal que juzga al capitán de navío Justo Ignacio Ortiz, al contralmirante Roberto Luis Pertusio y al ex general de brigada Alfredo Manuel Arrillaga.
Regine muestra en el cuerpo las marcas de la desaparición y la tortura. Camina con dificultad después de un infarto, dos accidente cerebro vascular y un asma incurable. Le fue imposible controlar la emoción y en más de una oportunidad se quebró. 34 años después revivió aquel infierno de 48 horas que le arruinó toda una vida.

La madrugada del 24 de marzo de 1976, cuando Regine escuchó que tiraban la puerta abajo y las balas de los fusiles FAL rebotar por toda la casa, no sabía que los militares habían tomado el poder. Se había ido a dormir antes que la radio diera la noticia.

Lo primero que pensó, aquel mecánico y piloto de carreras de poco más de 30 años, que se trataba de ladrones. Llamó a la comisaría tercera porque les arreglaba las patrullas y conocía a casi todos los policías. Cuando se pudo asomar por una ventana y vio que había un montón de militares se dio cuenta que se trataba de una confusión y abrió la puerta. Se le fueron encima a él y a su mujer. Su hijo de 6 años vio todo. Los golpes a su madre y a su padre y las amenazas a su abuela materna.
Regine fue subido a un camión atado e pies y manos al cuello mientras que su familia quedó en la casa de Figueroa Alcorta 324. Ayer les contó a los jueces Nelson Jarazo, Alejandro Esmoris y Jorge Michelli que fue llevado a la Base Naval. Lo sabe por el olor a mar, por las sirenas de los barcos, el ruido de los lobos marinos y por la cercanía con su casa. El camión no hizo más de 8 cuadras. Además cuando lo liberaron, ya sin capucha y sin ataduras, lo sacaron por la entrada principal de la repartición.

Sin poder parar de llorar, Regine contó que fue brutalmente golpeado apenas lo bajaron del camión. Estaba en una playa, tocaba la arena mientras recibía trompadas y patadas que lo dejaron inconciente más de una vez. Cuando podía les decía que estaban equivocados que averiguarán quien era él. Pero nada, otra vez los golpes.

Dentro de la Base Naval, Regine escuchó tiros y gritos de grandes y niños. No recuerda cuando porque ya había perdido el sentido del tiempo, pero fue sumergido en un recipiente con agua hasta la sofocación. Lo sacaban y mientras intentaba respirar le pedían que hablara que “cantara”. Luego de la segunda inmersión escuchó que alguien dijo “sáquenlo, nos equivocamos”. Lo dejaron en un camastro y le dieron un tarro de leche caliente con coñac. Le dijeron que su secuestro fue un error que buscaban al dirigente del SUPE, Diego Ibáñez.

En un camión lo llevaron hasta la comisaría tercera y de allí a su casa. Regine estaba muy mal de salud. Una vez liberado, los militares seguían merodeando su casa. Ya no quería vivir ahí y se mudó. El taller mecánico, un negocio que había emprendido con sacrificio y pasión, tuvo que ser cerrado. No tenía fuerzas para trabajar. La depresión le afectó el cuerpo y un infarto le dejó cuatro by pass.

Años después un prefecto de apellido Llobet, conocido de Regine, le contó que fue él quien les dijo a sus secuestradores que se habían equivocado de persona y que por eso lo liberaron. El prefecto murió de cáncer y nunca declaró ante la justicia.

Regine denunció su caso a la justicia en 2006 cuando supo que el contralmirante Juan Carlos Malugani, jefe de la Base Naval durante su secuestro, había sido detenido. Ayer dijo que uno de los hombres que entró a su casa a secuestrarlo se llamaba Hugo Leonardo Canepa. Las partes pedirán el legajo de esa persona a la Armada.

Margarita Segura es la esposa de Regine y declaró después de su marido. Además de lo dicho por su esposo, la mujer aseguró que el militar que comandó el operativo de secuestro era un hombre alto corpulento y con pelo y bigotes rojizos. También recordó que ese mismo hombre la golpeaba cada vez que abría la boca y que le hizo firmar una nota en la que decía que ellos estaban en perfectas condiciones.

A Margarita, los secuestradores la llevaron hasta el taller donde estaba la caja fuerte y se llevaron un arma una gran cantidad de dinero, documentos y alhajas.

Por último declaró Luis Regine hijo. En aquel entonces tenía 6 años y fue testigo del secuestro de su padre, y del maltrato a su madre y abuela.

Luis contó que dormía cuando los militares balearon la casa antes de entrar. Pensó que el ruido de los tiros era un sueño, hasta que su mamá lo levantó para protegerlo de las balas. Frente al tribunal dijo que los captores de su padre llevaban ropa de fajina verde y borceguíes negros.



Luis tiene 40 años y es mecánico como su padre. A los 25 años sufrió el primer ataque de pánico casi al mismo tiempo que Regine padre tuvo el infarto. Desde esa época está bajo tratamiento psiquiátrico. Con el tiempo aprendió a controlar los ataques, pero todavía se sobresalta con algunos ruidos y a veces sueña con el tiroteo de la madrugada del 24 de marzo

Hacerse cargo

Gloria León (55) es abogada y querellante en la causa Base Naval. Pero ayer tuvo que declarar como amiga y compañera de militancia de Liliana Retegui, Patricia Lazzeri, Liliana Dorio, desaparecidas el 19 de septiembre de 1976.


León ingresó a la sala alrededor de las 11.20. Contó que ella vivía en una pensión de la calle Don Bosco junto a sus tres amigas, todas militantes de la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Además en la misma pensión vivían Nancy Carricabur y Stella Maris Nicuez, también estudiantes universitarias.

La noche del 19 de septiembre del 76, león no pasó la noche en la pensión porque había decidido irse a vivir con su pareja. Al día siguiente cuando fue a visitar a sus amigas notó que los vecinos la miraban de forma extraña. Fue la dueña de la pensión, Bernardina, quien le dijo que los militares se habían llevado a las chicas. A Liliana Retegui, Patricia Lazzeri, Liliana Dorio, a Nancy Carricabur y a Stella Maris Nicuez.

Las dos últimas fueron liberadas a los pocos días. Según el relato de León, los militares sabían que no tenían ninguna militancia política. Por el testimonio de las dos sobrevivientes se sabe que las cinco mujeres estuvieron en la Base Naval. Cuando liberaron a Nicuez y Carricabur, los captores le dijeron que las otras tres chicas no verían la luz del sol porque estaban muy comprometidas.

Gloria León aseguró ayer que si a ella no la secuestraron fue porque ninguna de sus amigas ni los vecinos de la pensión la delataron. Al año siguiente, secuestraron a su padre y su hermana de 15 años. Sabía que se trataba de un mensaje para ella y se entregó. Le formaron un Consejo de Guerra y la condenaron a 15 años de prisión por todos los delitos que le endilgaban a Montoneros. Estuvo presa en distintas cárceles hasta el 9 de mayo de 1982.

Frente al tribunal dijo que “nunca tuvo el honor de pertenecer a la organización Montoneros” y le pidió a los imputados Ortiz, Pertusio y Arrillaga que se hagan cargo de lo que hicieron como ella se hizo cargo de los delitos que no cometió pero que si le hicieron pagar con cinco años de cárcel.


Por Federico Desántolo

viernes, 27 de agosto de 2010

El lunes 30, a las 11hs. comienza la ronda de testigos. y continua el Martes 31-
Las audiencias son simpre lunes y martes. Los esperamos.

martes, 24 de agosto de 2010

Inspección a la Base Naval

Los jueces y las partes recorrieron las instalaciones de la repartición de la Armada donde funcionó el centro clandestino de detención durante la última dictadura cívico militar. Por más de dos horas, los jueces y cada una de las partes inspeccionaron las instalaciones de la Base Naval Mar del Plata donde funcionó el centro clandestino de detención (CCD) que estaba bajo la órbita de los dos marinos y del ex general de brigada imputados por crímenes de lesa humanidad. La prensa no pudo acceder al lugar por orden del tribunal.


Minutos después de las 11, los jueces platenses Nelson Jarazo, Alejandro Esmoris y Jorge Michelli; el fiscal federal general Daniel Adler y los abogados querellantes Gloria León y César Sivo comenzaron la recorrida por la Base Naval local. El primer lugar inspeccionado fue el edificio de Buzos Tácticos donde eran alojados e interrogados bajo tortura los detenidos desparecidos.

A pesar de las modificaciones que sufrió el viejo edificio, tanto los jueces como las partes pudieron constatar el relato de muchos de los ex detenidos que fueron alojados en ese centro clandestino de detención. “Los testigos que estuvieron detenidos aquí escuchaban el oleaje del mar y su relato concuerda porque solamente los separa 10 ó 15 metros de la playa y se escucha muy claro el movimiento del mar desde adentro", explicó el abogado Cesar Sivo, una vez finalizada la inspección.



Por su parte, la querellante Gloria León resaltó la importancia de la inspección porque sirvió para despejar muchas dudas. La abogada aclaró que después de hoy nadie puede creer que los imputados no sabían lo que ocurría dentro de la Base naval. “No hay otra entrada que no sea la entrada principal y los detenidos eran alojados en dependencias que utilizaban los oficiales como por ejemplo el edificio de Buzos tácticos. Nadie puede desconocer lo que aquí ocurría”, finalizó León.

Otro de los lugares inspeccionado fue el polígono de tiro en el cual según algunos testimonios, los detenidos eran llevados allí y sufrían simulacros de fusilamiento. Las declaraciones de los testigos describen una suerte de cava muy cerca del mar ubicada a unos cuentos metros del lugar de encierro.

Al finalizar el reconocimiento, los jueces retiraron sin hacer declaraciones. Tampoco permitieron que la prensa pudiera acompañar la inspección.

El debate en el cual se juzga al ex general de brigada, Alfredo Manuel Arrillaga, al ex capitán de navío, Justo Ignacio Ortíz y al ex contralmirante Roberto Luis Pertusio por crímenes de lesa humanidad se reanudará el lunes que viene con la declaración de los primeros testigos.

A los tres militares se les imputan privación ilegal de la libertad doblemente agravada por mediar violencia y amenazas, imposición de tormentos agravada por haberse cometido en perjuicio de perseguidos políticos y homicidio agravado.

El ex coronel Pedro Alberto Barda y el ex contralmirante Juan Carlos Malugani debían ser juzgados junto a sus camaradas de armas, pero una enfermedad mental degenerativa los declaró inimputables. Malugani murió el lunes pasado sin que la justicia pudiera juzgarlo. Tenía 84 años.


Por federico Desántolo



MURIÓ EL REPRESOR JUAN CARLOS MALUGANI


Se fue impune…


Refugiado en el noveno piso de la calle Parera, en Capital Federal supo resistir al pedido de extradición de la justicia española y una afección mental degenerativa lo dejó fuera del juicio por los crímenes cometidos en el centro clandestino de detención que funcionó en la Base Naval local.

A los 84 años, el contralmirante Juan Carlos Malugani murió en la paz de su hogar y rodeado de sus seres queridos, sin que la justicia pudiera echarle mano.

Fue jefe de la Base Naval Mar del Plata desde enero de 1976 hasta el mismo mes del año siguiente. Allí inició sus tareas como capitán de navío y antes de abandonar la repartición ya era contraalmirante. Durante esos doce meses firmó notificaciones a los familiares de desaparecidos y a sus superiores con un sello que rezaba: “Comandante de Fuerzas de Tareas”. También reconoció haberse robado los bienes de los desaparecidos, pero no haberlos secuestrado.

En 1979 fue titular de la Dirección de Instrucción Naval. El juez español Baltazar Garzón lo señaló como uno de los responsables de la Escuela de Suboficiales de Mecánica de la Armada (ESMA) y le imputó el secuestro de 42 personas, la privación ilegitima de la libertad y torturas contra 68 personas y la desaparición forzosa de otras 15. En octubre de 2001 se libró una orden de captura internacional y un pedido de extradición. Nunca se pudieron cumplir.

Los dolores de cabeza le llegaban del viejo continente. Desde que en 1989 había sido incluido en la nómina de represores indultados por el ex presidente Menem, la justicia argentina ya no lo molestaba.

A través de los testimonios en el Juicio por la Verdad, celebrado en el Tribunal Oral Federal 1de Mar del Plata, se lo acusó de Asociación ilícita, abuso de autoridad, omisión de deberes de funcionario público, secuestros, torturas, desapariciones forzada de personas, sustracción de menores, adulteración de documento publico y homicidio agravado.

Cuando en octubre de 2004, los jueces pidieron su detención, los denunció por "manifiesta connivencia" con organismos de derechos humanos, incumplimiento de los deberes de funcionario público y prevaricato. Resistió dos años más en su casa.

El 24 de noviembre de 2006 fue detenido por orden del juez federal Alejandro Castellanos por los crímenes cometidos en la Base Naval. Pasó unos días en la sede de la Policía Federal de Mar del Plata y volvió a Buenos Aires con arresto domiciliario.

Cuando la causa Base Naval 1 fue elevada a juicio oral, Malugani ya estaba enfermo. El 25 de marzo pasado cumplió 84 años sin darse cuenta. Estaba postrado y con sus facultades mentales muy deterioradas.

El último lunes, mientras se desarrollaba la segunda audiencia del juicio que debía tenerlo en el banquillo de los acusados, murió. En el diario La Nación del martes se publicaron once avisos fúnebres: “Papá, te fuiste, pero dejaste mucho. Nos dejaste tu ejemplo. Siempre supiste hacer las cosas bien, y con alegría. Nadie supo respetar los valores como vos. Fuiste, sos y serás un grande con la humildad de los grandes. Gracias por tanto. Tus hijos”.

Continua ...

Martes 24- 10,30hs inspección ocular al CCD, que funcionó dentro de la Base Naval.

lunes, 23 de agosto de 2010

Prefirieron callar

Los tres militares acusados de crímenes de lesa humanidad prefirieron guardar silencio por ahora. El juicio continuará hoy con una inspección ocular al lugar donde funcionó el centro clandestino de detención.

Delante del tribunal, los tres imputados coincidieron. Luego de escuchar las acusaciones, cada uno respondió que se negaba a declarar guardándose el derecho de hacerlo más adelante. El juicio continuará hoy cuando las partes y los jueces realicen una inspección ocular en la Base Naval local.
El primero de los tres acusados que fue llamado a prestar declaración fue Justo Ignacio Ortiz. Ayudado por un bastón el hombre de 78 años caminó lento hasta el banquillo. Al capitán de navío retirado se le imputa la privación ilegal de la libertad doblemente agravada y la imposición de tormentos agravada por haberse cometido en perjuicio de perseguidos políticos en ocho casos. Además se le suma la figura de homicidio calificado por el concurso de dos o más personas en concurso real y en calidad de coautor, en cinco casos.
Ortiz prefirió no declarar ayer y manifestó su intención de hacerlo más adelante.




El contralmirante Roberto Luis Pertusio le siguió a su camarada de armas. El marino de 76 años y con un currículum destacado como docente de la carrera de Ciencias Políticas en la universidad de Belgrano, está acusado de privación ilegal de la libertad doblemente agravada; imposición de tormentos agravada; homicidio calificado por el concurso de dos o más personas y de robo agravado por haberse cometido con armas, en poblado y en banda perjuicio de Omar Tristan Roldan y Delia Elena Garaguso. También se negó a declarar por el momento.



El general de brigada retirado, Alfredo Manuel Arrillaga fue el último en negarse a declarar. El ex jefe de Inteligencia de la subzona 15 durante la última dictadura, está acusado de privación ilegal de la libertad doblemente agravada; imposición de tormentos agravada en tres casos. Además esta imputado del homicidio calificado por el concurso de dos o más personas en perjuicio del matrimonio de Juan Raúl Bourg y Alicia Rodríguez.


La segunda audiencia del juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención que funcionó en la Base Naval durante la última dictadura cívico militar, comenzó alrededor de las 11.20 y sin tanto público en la sala como el primer día.
El tribunal compuesto por los jueces platenses Nelson Jarazo, Alejandro Esmoris y Jorge Michelli respondieron a las requisitorias realizadas por las partes la semana pasada. En cuanto al pedido para que se desestime el testimonio de la abogada Gloria León -querellante en la causa-, los jueces decidieron no hacer lugar por lo que el próximo lunes cuando comience la ronda de testigos, León deberá declarar.
Con respecto a la requisitoria de prescripción de los delitos imputados, realizada por defensora del contralmirante retirado Roberto Luis Pertusio, el tribunal tendrá una respuesta al momento de la sentencia y no ahora antes de comenzar el debate.
Por último, en cuanto al pedido de incluir en este juicio la segunda parte de la causa Base Naval, realizado por las querellas, la fiscalía y el defensor del imputado Alfredo Arrillaga, los jueces determinaron tomarse un tiempo hasta saber en que situación de encuentra dicho expediente.
Antes de pasar a cuarto intermedio se informó que el juicio continuará hoy a partir de las 10.30 en la Base Naval de Mar del Plata, donde se llevará a cabo una inspección ocular al sector donde funcionó el centro clandestino de detención durante la dictadura cívico militar.


Por Federico Desántolo

martes, 17 de agosto de 2010

Primera audiencia

El tribunal tendra que evaluar la acumulacion de causas

La defensa de uno de los imputados solicitó que se sume la segunda parte de la megacausa Base Naval a medida que se desarrolle el debate. La Fiscalía y las querellas adhirieron.

A las 11.25 y con una sala de audiencia colmada de público, los tres jueces iniciaron la primera audiencia del juicio en el cual se juzga a un miembro del Ejército y dos marinos por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar en el centro clandestino de detención (CCD) que funcionó en la Base Naval local.

Durante la primera audiencia, el secretario Ezequiel Oneto, del tribunal conformado por los jueces platenses Nelson Jarazo, Alejandro Esmoris y Jorge Michelli, leyó los fundamentos de la elevación a juicio de la Fiscalía y luego las consideraciones de la defensas. Entre las partes acordaron no leer los fundamentos de las querellas.

En el juicio Base Naval 1 (causa 2286) se juzgará al ex general de brigada Alfredo Manuel Arrillaga, al ex capitán de navío Justo Ignacio Ortiz y al ex contralmirante Roberto Luis Pertusio. Están a acusados de secuestros, torturas, robo y homicidios.

También aparecen como imputados en esta causa, el coronel retirado Pedro Alberto Barda y Juan Carlos Malugani, jefe de la Base Naval durante la última dictadura cívico militar. Pero ninguno de los dos militares será juzgado por padecer una enfermedad mental degenerativa que les ha quitado toda capacidad de comprensión.

Alrededor de las 17, el abogado Carlos Meira, defensor de Arrillaga, solicitó al tribunal la unificación de las causa Base Naval 1 y Base Naval 2 a razón que su defendido está imputado en ambos expedientes y que el tribunal a cargo del juicio de la segunda parte es el mismo que juzga la primera.

Por su parte, el fiscal Daniel Adler adhirió al planteo argumentando que sería muy desgastante y traumático para las víctimas tener que declarar lo mismo dos veces y ante el mismo tribunal. También recurrió a una solicitud reciente de la Corte Suprema de Justicia a los jueces de primera instancia para que hagan todo lo posible para agilizar los juicios por crímenes de lesa humanidad. Las querellas representadas por los abogados Gloría León, Alejo Ramos Padilla y César Sivo estuvieron de acuerdo.

No obstante, los defensores de los marinos, Paula Susana Muniagurria y Daniel Vázquez se opusieron al pedido de unificación de causas por considerarlo “desprolijo e improcedente”. Por último, solicitaron la absolución de Ortiz y Pertusio por considerar que los delitos que se les imputan ya prescribieron. La decisión del tribunal a cada uno de los pedidos de las partes se conocerá el próximo lunes a partir de las 11 cuando comience la segunda audiencia.

A los imputados se los acusa de los secuestros, torturas y, en algunos casos, homicidios perpetrados contra Liliana Retegui, Patricia Lazzeri, Liliana Iorio, Omar Tristán Roldán, Delia Elena Garaguso, Juan Raúl Bourg, Alicia Rodríguez de Bourg, y las sobrevivientes Nancy Carricabur y Stella Maris Nicuez.

En este proceso también será juzgada la causa “Regine” en la que se investiga la participación Ortiz y Arrillaga en el secuestro con imposición de tormentos de Luís Salvador Regine.

Por Federico Desántolo

jueves, 12 de agosto de 2010

Martes 17 de agosto, comienza el juicio


El tribunal rechazó el pedido de suspensión del juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en la Base Naval durante la última dictadura cívico militar. La presentación había sido formulada por el abogado Horacio Meira, defensor del ex general de brigada Alfredo Arrillaga, argumentando la necesidad de acumular las causas Base Naval 1 y 2 en las cuales su cliente aparece imputado.

Paralelamente, desde la Fiscalía y las querellas se había solicitado al tribunal una serie de medidas vinculadas a evitar el proceso traumático de las víctimas que debían declarar en este juicio y que posteriormente, también, tendrían que hacerlo cuando se realice el debate oral por la causa Base Naval 2. En este sentido, el Fiscal Federal Daniel Adler solicitó que se acepte la figura de “prueba anticipada” que contempla la posibilidad de aceptar como prueba en la causa Base Naval 2, las declaraciones realizadas en la Base Naval 1.

Estas presentaciones fueron tomadas como excusa por los jueces, miembros del TOF Nº2 de La Plata, Nelson Jarazo, Alejandro Esmoris y Jorge Michelli para posponer el inicio del debate previsto para el lunes 9 de agosto.

Cabe destacar que el pedido de la Fiscalía se realizó con la intención de que sea tratado en el marco de la primera audiencia y que nunca se pensó en la posibilidad de posponer el inicio del juicio.

En la tarde del miércoles, el tribunal le comunicó a las partes su decisión en relación a los diferentes pedidos y el nuevo cronograma de fechas para las diferentes audiencias.
Así, se informó que no se aceptó el pedido se suspensión realizado por la defensa y que si se hará lugar a la solicitud de “prueba anticipada”. Además, se dio a conocer que el próximo martes desde las 11hs, se desarrollará la primera audiencia.

La causa

En la causa 2286, Base Naval 1, deben ser juzgados los responsables de privación ilegal de la libertad doblemente agravada por mediar violencia y amenazas e imposición de tormentos agravada por haberse cometido en perjuicio de perseguidos políticos en nueve casos. Además se juzgará a los responsables de siete homicidios calificados por el concurso de dos o más personas.

Son cinco los imputados -dos miembros del Ejército y tres de la Armada-. Se trata del ex general de brigada Alfredo Manuel Arrillaga, del ex capitán de navío Justo Ignacio Ortiz y del contralmirante Roberto Luis Pertusio. El ex coronel Pedro Alberto Barda y el marino Juan Carlos Malugani no serán juzgados, por estar ambos afectados por una enfermedad mental degenerativa. Los imputados gozan de arresto domiciliaria y se encuentras desde el último viernes en la ciudad.

Los militares que deberán sentarse en el banquillo están imputados por los secuestros, torturas y, en algunos casos, homicidios perpetrados contra Liliana Retegui, Patricia Lazzeri, Liliana Iorio, Omar Tristán Roldán, Delia Elena Garaguso, Juan Raúl Bourg, Alicia Rodríguez de Bourg, y las sobrevivientes Nancy Carricabur y Stella Maris Nicuez.

Por Juan Carra

miércoles, 11 de agosto de 2010

Martes 17 de agosto. 1ohs arranca el juicio BASE NAVAL!!!
por la noche ampliaremos.

lunes, 9 de agosto de 2010

Una Verguenza ...

Podrían tener una respuesta el miércoles a última hora.

Los jueces que suspendieron el juicio por los crímenes cometidos en el centro clandestino de detención que funcionó en la Base Naval durante la última dictadura civico militar, llegaron ayer a Mar del Plata. Luego de más de cuatro horas de deliberaciones informaron que el miércoles podrían tener una respuesta acerca de cuando comenzará el debate oral.

La larga espera de los sobrevivientes y de los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado debe continuar. Los jueces Nelson Jarazo, Alejandro Esmoris y Jorge Michelli, no decidieron aún cuando comenzará el juicio por la causa 2286 (Base Naval 1). El tribunal, desde ayer a las 9, está analizando el pedido de unificación de causas que realizaron la fiscalía, las querellas y la defensa de uno de los imputados.

Un centenar de personas, entre miembros de la agrupación Hijos Mar del Plata y organizaciones políticas, se manifestaron en la puerta del Tribunal Oral Federal ubicado en la avenida Luro entre Santiago del Estero y Santa Fe para exigir a los jueces que comiencen el juicio que el viernes pasado decidieron suspender. El debate oral en que se juzga a tres militares debía comenzar ayer y se extendería hasta mediados de noviembre.

Dentro del tribunal, los abogados querellantes y los fiscales esperaban la decisión de los jueces. Incluso, hubo una advertencia: nadie se movería del tribunal hasta no tener una respuesta concreta. A la una de la tarde un comunicado vía secretario le informaba a las partes que los jueces estaban analizando las presentaciones. A los pocos minutos, el mismo secretario informó que la respuesta podría estar mañana a última hora.

Por estas horas los jueces analizan la posibilidad de juntar las causas Base Naval 1 y 2. El pedido de las Fiscalía y las querellas que se solicitan que se tenga en cuenta que muchos de los testigos que deben declarar en esta causa, la 2286, también deben hacerlo en la causa 2333 (Base Naval 2) en la cual se tratan otros delitos cometidos por los mismos imputados y en el mismo centro clandestino de detención. De esta manera se intenta evitar que los testigos tengan que declarar dos veces ante el mismo tribunal.

Por otro lado, solicitaron que a medida que se desarrollara el debate de la causa Base Naval 1 se pudiera ofrecer la prueba de la causa Base Naval 2 y en algún momento acumular ambas causas y poder así juzgar todo en un solo juicio.

De aceptar lo requerido, se debe reprogramar todo el debate porque, las partes deberán presentar pruebas y una nueva lista de testigos. A los tres imputados de la causa 2286 se le sumaran otros diez de la Base Naval 2. En el caso que el tribunal desestime las presentaciones de las partes, debería empezar el juicio como estaba establecido desde hace varios meses.

En la causa 2286 deben ser juzgados los responsables de privación ilegal de la libertad doblemente agravada por mediar violencia y amenazas e imposición de tormentos agravada por haberse cometido en perjuicio de perseguidos políticos en nueve casos. Además se iba a juzgar a los responsables de siete homicidios calificados por el concurso de dos o más personas.

Son cinco imputados –dos miembros del Ejército y tres de la Armada. Se trata del ex general de brigada Alfredo Manuel Arrillaga, del ex capitán de navío Justo Ignacio Ortiz y del contralmirante Roberto Luis Pertusio. El ex coronel Pedro Alberto Barda y el marino Juan Carlos Malugani no serán juzgados. Ambos están afectados por una enfermedad mental degenerativa.

Militares y marinos están imputados por los secuestros, torturas y, en algunos casos, homicidios perpetrados contra Liliana Retegui, Patricia Lazzeri, Liliana Iorio, Omar Tristán Roldán, Delia Elena Garaguso, Juan Raúl Bourg, Alicia Rodríguez de Bourg, y las sobrevivientes Nancy Carricabur y Stella Maris Nicuez.

Por Federico Desántolo

viernes, 6 de agosto de 2010

Sorpresiva suspención del juicio

El lunes 9 a partir de las 10hs, tres militares iban a ser juzgados por crímenes de lesa humanidad, pero los jueces Nelson Jarazo, Alejandro Esmoris y Jorge Michelli decidieron no comenzar el debate hasta próximo aviso.

Si el tribunal que debe juzgar a tres militares por los crímenes cometidos durante la última dictadura cívico militar buscaba algún pretexto para no cumplir su trabajo, lo encontró. El jueves los jueces Nelson Jarazo, Alejandro Esmoris y Jorge Michelli decidieron suspender el juicio de la causa Base Naval 1 que debía comenzar el próximo lunes a las 10hs.

El motivo de la suspensión fue una presentación realizada el jueves pasado por la Fiscalía, en la que se solicitaba que se tenga en cuenta que muchos de los testigos que deben declarar en esta causa, la 2286, también deben hacerlo en la causa 2333 (Base Naval 2) en la cual se tratan otros delitos cometidos por los mismos imputados y en el mismo centro clandestino de detención. De esta manera la Fiscalía intentaba evitar que los testigos tengan que declarar dos veces ante el mismo tribunal.

Por otro lado, la Fiscalía solicitó que a medida que se desarrollara el debate de la causa Base Naval 1 se pudiera ofrecer la prueba de la causa Base Naval 2 y en algún momento acumular ambas causas y poder así juzgar todo en un solo juicio.


Una fuente extraoficial informó que el pedido no contemplaba la posibilidad de suspender el juicio, sino todo lo contrario, realizó el pedido por escrito para que pueda ser tratado en la primera audiencia del debate que debía comenzar el próximo lunes en el Tribunal Oral Federal 1 de esta ciudad.

Ante la decisión de los jueces, ayer a las 14, la Fiscalía presentó un nuevo escrito en el cual solicitó se deje sin efecto el planteo y de esta manera poder comenzar el juicio como estaba previsto.

Por su parte, una de las querellas representada por el abogados Cesar Sivo presentaron ayer a última hora un escrito solicitando que comience el juicio según la fecha fijada y se tenga en cuenta la posibilidad de acumular la causa 2333, tal cual lo expresado por la Fiscalía.

“Después de 34 años buscando justicia, se hace intolerable una innecesaria postergación del inicio de un debate que ya tenía fecha establecida, que las víctimas se estaban preparando emocionalmente para enfrentar el mismo y que todas las partes habíamos acomodado nuestras agendas en función del calendario que se había establecido. No hay razón valedera alguna que justifique tal demora. El juicio puede iniciarse y las causas pueden acumularse sin ningún tipo de problemas para nadie y sin que se vulnere ningún derecho constitucionalmente protegido”, reza uno de los puntos del escrito.

La querella le recordó a los jueces que los hechos que se analizan ocurrieron hace más de 30 años y que el paso del tiempo provoca un deterioro en el recuerdo de cada uno de los testigos como así también un desmejoramiento de las condiciones físicas y psíquicas. Por último, en el escrito se aclara que los años también influyen en las condiciones personales de los imputados. Ejemplo de ello son el ex coronel Pedro Alberto Barda y el marino Juan Carlos Malugani que no serán juzgados por padecer una enfermedad mental degenerativa. Sivo insto a que el tribunal tenga en cuenta esta cuestión para que no se convierta en una posibilidad de otorgar impunidad.

El próximo lunes debían comenzar a ser juzgados tres de los cinco militares imputados por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención que funcionó en la Base Naval local durante la última dictadura cívico militar. Los dos restantes padecen una enfermedad mental degenerativa.

Debían ser juzgados los responsables de privación ilegal de la libertad doblemente agravada por mediar violencia y amenazas e imposición de tormentos agravada por haberse cometido en perjuicio de perseguidos políticos en nueve casos. Además se iba a juzgar a los responsables de siete homicidios calificados por el concurso de dos o más personas.

En la causa figuran cinco imputados –dos miembros del Ejército y tres de la Armada. Se trata del ex general de brigada Alfredo Manuel Arrillaga, del ex capitán de navío Justo Ignacio Ortiz y del contralmirante Roberto Luis Pertusio. El ex coronel Pedro Alberto Barda y el marino Juan Carlos Malugani no serán juzgados. Ambos están afectados por una enfermedad mental degenerativa.

Militares y marinos están imputados por los secuestros, torturas y, en algunos casos, homicidios perpetrados contra Liliana Retegui, Patricia Lazzeri, Liliana Iorio, Omar Tristán Roldán, Delia Elena Garaguso, Juan Raúl Bourg, Alicia Rodríguez de Bourg, y las sobrevivientes Nancy Carricabur y Stella Maris Nicuez.

El tribunal está conformado por los jueces platenses Nelson Jarazo, Alejandro Esmoris y Jorge Michelli. El Ministerio Público es representado por el fiscal federal general Daniel Adler y como querellantes figuran los abogados Gloria León, Cesar Sivo.

Un pedido de suspensión

El abogado Carlos Horacio Meira, defensor del ex general de brigada Alfredo Arrillaga, solicitó al tribunal la suspensión del juicio. El motivo de lapresentación fue la acumulación de las causas Base Naval 1 y 2 en las cualessu cliente aparece imputado.

Al igual que en otros casos, si puede entenderse que la defensa de cualquier imputado en crímenes de lesa humanidad busque dilatar el juicio para evitar la condena de su cliente. En ese sentido realizarán todas aquellas presentaciones que sean necesarias para tal empresa.

Muchas veces los jueces atienden estos requerimientos y la dilatación temporal encuentra a los imputados con enfermedades terminales que impiden su juzgamiento. Otras tantas, la llegada de la muerte les garantiza una vida de total impunidad. Si no es una ni la otra, siempre queda la posibilidad de un cambio en el mapa político que los vuelva a beneficiar y sea desterrada esta fea costumbre de querer hacer justicia.

Por Federico Desantoló

jueves, 5 de agosto de 2010

Victimas ...


A) Liliana María IORIO, Liliana Beatriz RETEGUI, Patricia Emilia LAZZERI:


El día 19 de septiembre de1976, aproximadamente a las 02:30 horas, personal militar irrumpió en la vivienda de la calle Don Bosco N° 865 de esta ciudad, ocasión en la que personal militar detuvo a Nancy CARRICABUR, Stella Maris NICUEZ, Liliana María IORIO, Liliana Beatriz RETEGUI y Patricia Emilia LAZZERI, para posteriormente trasladarlas a la sede del centro clandestino de detención que funciono en la Base Naval Mar del Plata –dependencia naval que en el momento de los hechos se encontraba bajo la Jefatura de Juan Carlos Malugani, -“…a los fines de la guerra antisubversiva como comandante de las Fuerzas de Tareas N° 6 habiendo asimismo una dependencia funcional con la Subzona Militar 15 con asiento en el G.A.D.A. 601 y cuya Subjefatura se encontraba a cargo de Justo Alberto Ignacio ORTIZ, lugar donde habrían sido interrogadas y torturadas, sin tenerse hasta la fecha noticias del paradero de las tres últimas, conjeturándose en consecuencia que habrían intervenido los imputados y personal militar subordinado a ellos en el homicidio de las nombradas IORIO, LAZZERI y RETEGUI. Mientras que CARRICABUR y NICUEZ recuperaron su libertad una semana después.


IORIO, LAZZERI y RETEGUI, permanecen desaparecidas.



B) Omar Tristan ROLDAN y de Delia Elena GARAGUSO:


En la madrugada del 18 de septiembre de 1976, un grupo de diez a doce personas irrumpido violentamente en la vivienda ubicada en la calle Marcelo T de Alvear N° 1424 de la zona portuaria, procediendo a la detención de Omar Tristan ROLDAN y de Delia Elena GARAGUSO, quien habría sido herida por el rebote de un proyectil disparado por el personal actuante. Dos días después se realizó otro procedimiento en el mismo lugar por personal que vestía ropas militares, quienes en presencia de la propietaria del inmueble Matilde RISSO de CHIODINI y utilizando el oficial interviniente, las llaves del departamento que les había sido retirada a los detenidos en el allanamiento anterior, procedió a llevarse del inmueble todo el mo

biliario y demás efectos personales de las personas señaladas. Este último procedimiento fue reconocido por la Fuerza de Submarinos de la Armada Argentina en nota fechada 26 de enero

de 1977, dirigida al padre de Roldan, firmada por el Jefe del Organismo Capitán de Fragata Roberto Luis PERTUSIO


Tristan Omar ROLDAN y Delia Elena GARAGUSO permanecen desaparecidos.




C) Juan Raúl BOURG y Alicia RODRIGUEZ de BOURG:


El día 5 de septiembre de 1977 es detenido Raúl y Alicia el día 7 de septiembre del mismo año, en la quinta y establecimiento avícola sito en Camino Viejo a Miramar Km. 5. El 5 de septiembre de 1977 un grupo de aproximadamente veinte personas fuertemente armadas llegaron a la quinta señalada y luego de realizar una requisa se llevaron detenido a Juan Raúl BOURG. Dos días después volvieron las mismas personas deteniendo a la señora Alicia Rodríguez de BOURG. A los pocos días de estos hechos apareció en diarios

de la Capital Federal, La Plata y Mar del Plata un comunicado sosteniendo que las Fuerzas Armadas, en conexión con la Policía Federal habían realizado un

allanamiento en un campo del partido de General Piran cuya descripción coincide exactamente con una propiedad de las victimas. Que asimismo obra en autos un acta originada en el Comando de la Subzona 15 firmada por el Coronel Alberto Pedro Barda según la cual se autoriza al señor Ernesto Salvador AGUINAGA, a continuar explotando una parcela del terreno arrendada en el Partido de Pirán “por ser dicho terreno parte de una propiedad de un supuesto delincuente subversivo (RAUL BOURG)”.


El matrimonio Bourg se encuentra desaparecido.